Un paseo por el París subterráneo, de las catacumbas al bunker. Descubriendo la cara oculta de la ciudad, un sorprendente mundo con tesoros inesperados.
La primera parada de nuestro recorrido por el París subterráneo, de las catacumbas al bunker, es la cisterna de Montsouris, un embalse de color turquesa
La cisterna de Montsouris
Es uno de los cinco depósitos de agua de París, Tiene una capacidad de 200.000 metros cúbicos de agua, de un color azul turquesa impresionante y 900 pilares sumergidos.
Se construyó en el siglo XIX bajo el gobierno de Napoleón III. La ciudad necesitaba abastecerse de agua y no era posible obtenerla del Sena porque estaba muy contaminado.
Actualmente gestionado por la Societé Eau de Paris sirve agua a una quinta parte de los parisinos.
En la época de su construcción había cinco acuarios con truchas; así se vigilaba la calidad del agua entonces. Los acuarios fueron suprimidos en 1996.
Las catacumbas
¡Alto! ¡Está usted entrando en el reino de los muertos! Es la leyenda que aparece en una de las entradas a las catacumbas, un conjunto de 350 km de galerías subterráneas en las que reposan los restos de seis millones de personas.
Fueron antiguas canteras excavadas en la época de los romanos. En 1786 se decidió trasladar los huesos del cementerio de Los Inocentes de Les Halles. El traslado duró quince meses, durante los cuales millones de huesos atravesaron la ciudad en carruajes por la noche, auténticos cortejos fúnebres.
Conviene saber que solo algo más de un kilómetro está abierto al público aunque los parisinos son bastante aficionados a las visitas “no oficiales” a las catacumbas. Las catacumbas fueron refugio de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial. En 1950 fueron cerradas al descubrirse que eran el escenario de ritos satánicos. Más adelante, en los años 80 fueron el cuartel general de los punks parisinos.
Las canteras de los capuchinos
Son las antiguas canteras del Hospital de Cochin. Fueron explotadas entre los siglos XII y XVII y constituyen un laberinto de túneles y calles. Hay también una fuente que llega hasta un acuífero. En realidad, la fuente servía para controlar el nivel de la capa freática, de ahí la existencia de una escala. Otra curiosidad es esta escalera, una auténtica colección mineralógica, que representa los minerales encontrados desde la superficie a la cantera.
Actualmente están gestionadas por la Asociación SEADACC y se pueden visitar en pequeños grupos.
El canal Saint Martin
Esta parte del canal ha sido escenario de películas. Casi dos kilómetros de oscuridad, entre Republique y Bastille, salpicada por agujeros de luz procedentes de las claraboyas. Un sitio cargado de historia con un decorado mágico.
Los Bunkers de la Segunda Guerra Mundial
Uno de ellos situado en los jardines de Luxemburgo y otros en la Gare de l’Est e incluso bajo la Torre Eiffel. Estos nichos subterráneos servían para establecer comunicaciones secretas entre puntos estratégicos de la ciudad como por ejemplo las estaciones.
También servían para proteger a la población de eventuales ataques de gas, París los sufrió durante la Primera Guerrra Mundial.
Visitar estos bunkers no es sencillo porque normalmente están cerrados al público.
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